Shakira cuenta cómo se curó de su problema en las cuerdas vocales - El Tiempo
En entrevista exclusiva para EL TIEMPO la artista habló de los días difíciles que atravesó.
¿Cómo le fue en esta última gira?
No puedo pedir más a la vida. Una carrera musical que comenzó siendo muy niña y que aún hoy me tiene en pie. Se han renovado mis votos con ese público al que le debo tanta generosidad y con el que tuve la suerte de conectarme cada noche. En Bogotá fue nuestra última fecha de la gira El Dorado.
Se acaba este recorrido con mucha calentura (risas). Pero esta clausura la hago con una gran felicidad, con mucho agradecimiento. Ha sido la gira que más he disfrutado en toda mi carrera (risas).
El país llevaba mucho tiempo esperándola...
Me pasaron muchas cosas y superé muchos obstáculos, pero salí fortalecida. Gracias a mis amigos, gracias a un público maravilloso que me ha ofrecido su fidelidad incondicional por tantos años.
¿Por qué se había alejado de los escenarios?
Sufrí una lesión de mis cuerdas vocales y duré mucho tiempo luchando para encontrar una mejoría, creían que no volvería a cantar. Fue una experiencia muy dura en los últimos tiempos. Me dijeron que una operación era la única solución, pero yo no quería eso, al final ocurrió un milagro médico.
¿Cómo superó esa lesión?
Tan pronto sufrí la lesión en la cuerdas vocales hice un recorrido médico por los Estados Unidos en busca de una cura y con múltiples médicos. Todos recomendaban una operación, y decían que no me iba a sanar sin una cirugía. Pero yo no quería pasar por el quirófano.
¿Cómo hizo para volver a cantar?
El diagnóstico era que una cura diferente a una operación era imposible. Pero el milagro ocurrió, yo creí que sí era posible, no tuve que pasar por un quirófano, y con terapias y fe estoy en pie, otra vez las noches sobre el escenario y cantando para mi público.
¿Cómo vive esta nueva puesta en escena?
Cada noche entrego todo en escena y agradezco el haber podido volver a cantar. Es un milagro, y agradezco poder ser útil para toda esa gente que vino a verme, a escucharme.
¿Cómo es esa conexión con sus seguidores después de tanto tiempo?
De alguna manera siento que cuando se marchan, cuando se van del concierto, se van llenos de alegría, van cantando mis canciones y entonces entiendo que he traído un poco de felicidad a aquellas personas y esa es la tarea más importante.
¿Qué giro da hoy su carrera?
Los gustos han cambiado, también los intereses, lo que despierta curiosidad. He experimentado con diversos géneros y le aposté a la versatilidad. Dicen que en la variedad está el placer (risas); entonces en ese caso sí que aplica.
Inicié mi carrera a los 10 años. Llevo un proceso de muchos años, de quemar etapas, años en los que se evoluciona, y también se involuciona, pero es parte de ser artista y de construir una carrera a largo plazo.
¿Cuál ha sido su secreto para alcanzar el reconocimiento mundial?
Experimento con diversos géneros y colaboro con diversos artistas… acercarse a universos de otros artistas enriquece. Ese intercambio y esa sinergia que se produce ha sido un gran acierto.
¿Shakira retorna a sus orígenes?
Siempre he sido una artista pop, pero he tenido épocas con matices más roqueros, otras veces románticos, bailables, pero mi música es una expresión honesta de quien soy, de lo que me pasa a diario y, claro, mis gustos que van cambiando, pero ante todo he sido honesta.
¿Qué de especial tiene esta gira y este espectáculo que ha traído a Colombia?
En este ‘show’ he sentido que uno de los placeres que me he permitido es hacer un recorrido por una parte de mi repertorio musical. Iniciar con ‘Estoy aquí’, pero ahora con una versión mucho más electrónica, y solo porque me apetecía sumergirme en esas aguas, pero respetando los acordes, la melodía, el espíritu de esa canción, y a su vez invitar a la gente a que baile como si fuese otra canción.
También incluí Loba, lanzada en el 2009, y canciones que escribí a los 17 años, como ‘Antología’, y otras que escribí el año pasado.
Pero, es una carrera muy rica y llena de muchos éxitos. Seguro al público le quedaron faltando canciones...
¡Claro! Me he quedado con las ganas de incluir en este repertorio algunas canciones como ‘Ciega, sordomuda’, pero tampoco quiero aburrir a la gente y que me echen del escenario (risas): ‘Oye, Shakira, ya bájate, por favor’ (risas).
Hoy, ¿cómo se encuentra de salud y vitalidad luego de más de dos décadas de carrera?
He hecho el concierto más largo de mi carrera: son dos horas en el escenario. Cantando, bailando, sin parar, nunca pensé que a los 41 años podría cantar y bailar de esta manera y resistir el trote que llevo. Cuando tenía 18 años mi hermano me sacaba en brazos del escenario después de un concierto de una hora y cuarto; me sacaba con un banano, con un guineo, como decimos en Barranquilla (risas). Salía casi desmayada y tenía 18 años. Hoy salgo cantando, bailando, y no me duerme nadie hasta las 4 de la mañana.
¿Qué piensa y qué siente cuando escucha la palabra Colombia?
Pienso en color. En ese realismo mágico que creó Gabo, en gente alegre, persistente, resistente; gente recursiva que no acepta un no como respuesta. Gente que ha sobrevivido a más de 50 años de conflicto y guerra. Un pueblo que ha sobrevivido a la pobreza, a la corrupción y que, sin embargo, no perdemos la esperanza, la alegría. ¿Sabes lo que significa eso para un pueblo? Hay pueblos que pasaron por lo que hemos pasado nosotros, y son tristes. Nuestro pueblo colombiano tiene una fortaleza de espíritu y una alegría de vivir a la que le tenemos que hacer honor.
¿Qué piensa de la paz que firmó Colombia?
Se ha iniciado un proceso de paz en el que Colombia tiene la oportunidad de seguir creciendo. Ahora hay que pensar en nuestra juventud para poder competir, para poder ofrecer lo que tenemos: un país inmensamente rico en recursos naturales y humanos.
¿En qué aspectos debe fortalecerse ahora Colombia para consolidar la paz?
La única manera de cimentar ese camino para la paz y para la igualdad y el progreso es a través de la educación. Es la única forma en que podemos ‘pavimentar’ esa vía: ofrecer igualdad de oportunidades a todos los niños y niñas colombianos.
Hoy el país vive una crisis en la educación y en todos los niveles...
Si todavía hay niños y niñas que no tienen acceso a la educación, o no tienen acceso a la misma educación de calidad que reciben pequeños que viven en mejores condiciones, nunca podremos decir que este país está en paz. Nunca podremos considerar a este como un país que vive en igualdad.
¿Qué alianzas y estrategias propone para dar ese salto a una educación de calidad?
Es una responsabilidad del Gobierno, del sector privado y de todos los ciudadanos. Es un debate que tenemos que elevar a diario, una exigencia que tenemos que hacerles a los gobiernos y una responsabilidad con nuestros niños: ejercitar su derecho inalienable a una educación de calidad.
La educación no es un lujo, es un derecho que se tiene que respetar y se tiene que hacer valer.
¿Se necesitan más organizaciones como Pies Descalzos que trabajen por la niñez?
Claro. Comunidades como Villa de Aranjuez (zona de Cartagena, donde el viernes Shakira puso la primera piedra para la construcción de un megacolegio), con más de 13.000 familias con 7.000 niños, de los cuales hay 5.000 desescolarizados y solo hay dos escuelas. Acá necesitamos cinco escuelas más. Esto que pasa en esta comunidad es la radiografía del resto del país. Es inaceptable que existan lugares como La Guajira o El Chocó, donde no llegan el agua ni la luz eléctrica.
¿Cuál es su llamado al Gobierno colombiano en materia de educación?
Las necesidades tan grandes que hay son una señal de que hay que subir el presupuesto de la educación. Tenemos que seguir teniendo esa conversación y alianza entre el Gobierno y el sector privado. Hoy el Gobierno tiene que, por fin, asumir la responsabilidad. Este es un deber y el Estado debe ofrecer educación de calidad a todos los niños y niñas.
¿Está el problema en el pueblo colombiano, que se acostumbró a no reclamar sus derechos?
Este es un país que se ha acostumbrado, que está anestesiado contra el dolor ajeno. Nos acostumbramos a que miles de niños, por nacer pobres, tienen que estar condenados a la pobreza hasta morir. Tiene que haber movilidad social en este país, y que si un niño nace pobre tenga la oportunidad de salir adelante y conquistar sus sueños. ¿Y cómo lo va a lograr, si no es a través de la educación? La paz y el progreso no los puedes lograr si tienes en Villas de Aranjuez a 5.000 niños sin estudiar: ¿Qué hacen esos niños durante el día? ¿Qué harán cuando tengan 14 años y que harán cuándo tengan 30?
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